El emperador Alberto era odiado por muchos pueblos además de por los suizos. Era tan avaricioso y tan cruel que lo raro habría sido que lo amaran.
Entre aquellos que odiaban al emperador estaba su sobrino, el duque Juan. El padre del duque Juan había muerto cuando él era solo un niño, y su tío Alberto lo había criado y se había hecho cargo de su dinero y sus tierras. Pero ahora el duque Juan tenía veinte años y quería gobernar sus propias tierras y hacerse cargo de su propio dinero. Pero el emperador, que era codicioso y esperaba quedarse las posesiones del duque Juan, no tenía intención de devolvérselas. Una y otra vez el duque Juan le pedía sus tierras y su dinero, y una y otra vez el emperador se negaba.
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📚 Fuente: https://humanistasenlared.com/libro/leyenda-guillermo-tell-marshall-paco-alvarez/
