Mucho antes de que Robin fuera a vivir al bosque de Sherwood, iba a menudo allí para cazar. Había muchos animales salvajes en los bosques, y la gente podía cazarlos. Tan solo los ciervos eran exclusivos para el rey, y a nadie se le permitía hacerles daño o cazarlos.
Un día, mientras Robin estaba cazando en el bosque, se encontró con una mujer hermosísima. Iba vestida de terciopelo verde, el color de la hierba en primavera. Robin pensó que parecía una reina. Nunca había visto a nadie tan adorable.
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