En nuestro estudio sobre Juan el Bautista, precursor y mensajero del Señor, concluía al considerar su encuentro con los Fariseos y los Saduceos, cuando éstos vinieron para ser bautizados. Dada la importancia del bautismo, más allá de un acto externo, Juan les había exhortado a demostrar su arrepentimiento con evidencias, con fruto en sus vidas.