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Nos gustan frescos, fritos y, por supuesto, deshidratados. Hablamos de los tomates. Los utilizamos para cualquier ensalada, en salsa para acompañar multitud de platos y, claro está, también secos.

Los tomates secos, de hecho, son una excelente guarnición para carnes asadas, o para canapés y tentempiés. Funcionan estupendamente también con la pasta, las ensaladas y las tostadas o las focaccias. Prácticamente no hay nada que se les resista.

  1. Lo primero que tendremos que hacer es lavar nuestros tomates, cortarlos por la mitad y retirar las semillas.
  2. . A continuación, los colocaremos en una fuente, donde espolvorearemos con sal y azúcar y dejaremos reposar.
  3. Escurriremos el agua que han soltado y los colocaremos la parte carnosa boca abajo en un plato cubierto con papel de cocina y después los meteremos en el microondas a temperatura máxima durante 5 minutos. Cuando pase ese tiempo, sacaremos los tomates, los aplastaremos ligeramente con una cuchara o una espátula para quitar el vapor que se forma entre carne y piel, transferiremos los tomates a otras 4 hojas de papel limpias y repetiremos el proceso otras dos veces. En la última iremos controlando más el tiempo para ver el punto de deshidratación que alcanzan los tomates.
  4. Posteriormente, volveremos a poner los tomates en el microondas a máxima potencia durante unos 2 minutos, algo que repetiremos en dos ocasiones más. Les daremos la vuelta al final, colocándolos sobre la piel, y, según su aspecto, podremos ponerlos en el microondas otro minuto más o no.
  5. En un frasco colocaremos aceite y ajo colocaremos los tomates algunas hierbas como tomillo, romero, albahaca y un poco de anís Así hasta terminar. Se conservan en la heladera hasta 2 semanas