🐺🐺 Bienvenidos a la Historia de Roma 🐺🐺
La paz entre las guerras púnicas no fue un periodo relajado para Roma. Tras rechazar unas rebeliones de los galos y hacerse con las islas de Córcega y Cerdeña, el senado tuvo que dar respuesta a la piratería proveniente de Iliria.
La reina Teuta no dudó en decapitar a los embajadores romanos y la guerra estaba servida.
Sin embargo, los ilirios no fueron la única amenza a la que los romanos tuvieron que enfrentarse. Muchas tribus galas se unieron para recordarles a los romanos que el norte de Italia era todavía su territorio.