La 15ª cumbre de los BRICS, el poderoso grupo de potencias y países emergentes (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), llega en un momento de división en la escena internacional, que se ha amplificado por la guerra de Rusia contra Ucrania.
Ni Sudáfrica, ni China, ni India han condenado la ofensiva de Rusia. Brasil se ha negado a enviar armas a Ucrania o a imponer sanciones a Moscú.
Los mandatarios llegaron con dos objetivos a Johannesburgo: Ampliar el número de socios y su influencia geopolítica y económica global.