No se hagan bolas. La candidatura de Harfuch significaría un desdibujamiento absoluto del movimiento en uno de los bastiones progresistas más importantes del país, como es la Ciudad de México. Con un perfil así, simple y sencillamente Claudia claudica.
Podrá sortear holgadamente una elección, pero empezaría su liderazgo con el pie derecho, hipotecando el futuro del movimiento y arriesgando todo un proyecto político.