Las metas que provienen de Dios se establecen por medio de la fe. La Biblia dice, “Sin fe es imposible agradar a Dios” Hebreos 11:6a (NVI). Así que, para agradar a Dios, debes establecer metas que requieran fe. Así que si quieres agradar a Dios, debes trazarte metas desafiantes y para hacerlo famoso a Él.