Para que el cambio ocurra en cualquier área de tu vida, ya sea financiera, vocacional, educativa, mental o relacional, tienes que comenzar por lo físico. “Por lo tanto, hermanos, tomando en cuenta la misericordia de Dios, les ruego que cada uno de ustedes, en adoración espiritual, ofrezca su cuerpo como sacrificio vivo, santo y agradable a Dios”. Romanos 12:1 (NVI)