Él les secará toda lágrima de los ojos» (Ap. 21:4). ¿Se ha preguntado alguna vez por qué habrá lágrimas en el cielo? quizá derramemos lágrimas de remordimiento cuando recordemos cómo desperdiciamos nuestra vida a pesar de las oportunidades que Dios nos dio. Después de todo, hasta los creyentes tendremos que rendir cuentas «por lo bueno y lo malo que (hayamos) hecho mientras (estábamos) en este cuerpo terrenal».