Lectura del libro de Isaías 1, 10.16-20
Salmo 49,8-9.16bc-17.21.23
Evangelio según san Mateo 23, 1-12
Jesús pronuncia una serie de duras críticas contra los escribas y los fariseos, los líderes religiosos de su tiempo. La propuesta espiritual y teológica principal en este pasaje se centra en la humildad y el servicio, contrastando con la hipocresía y la búsqueda de reconocimiento público por parte de los líderes religiosos.
Jesús comienza aconsejando a la multitud y a sus discípulos a obedecer las enseñanzas de los escribas y fariseos, pero advierte en contra de imitar su comportamiento. Les dice que hacen buenas enseñanzas, pero sus acciones no reflejan esas enseñanzas. Los líderes religiosos son criticados por su falta de humildad y por buscar el reconocimiento y los honores de la gente.
La propuesta espiritual aquí es la importancia de la humildad y el servicio desinteresado. Jesús instruye a sus seguidores a no buscar títulos honoríficos ni destacarse en la sociedad. En lugar de buscar ser llamados "rabí" (maestro) o ser elogiados por su posición religiosa, los discípulos de Jesús deben ser humildes y centrarse en el servicio y la atención a los demás.
El mensaje teológico implícito es que la verdadera grandeza en el reino de los cielos no se encuentra en la posición social, los títulos o la búsqueda de reconocimiento humano, sino en la humildad y el servicio al prójimo. Además, Jesús establece que solo Dios es el verdadero Maestro y Padre, y todos los discípulos son hermanos, resaltando así la igualdad y la fraternidad en la comunidad de creyentes.
