Cuando las relaciones de pareja tienen algún tiempo, empiezan a ocurrir ciertos cambios, o se empiezan a normalizar ciertos comportamientos que no son nada saludables para la relación, se dejan de tener detalles básicos y elementales, como un besos de despedida, un mensaje de “como estas amor”, un abrazo e incluso agarrarse de las manos cuando andan juntos y, por alguna razón todos esos gestos afectivos desaparecen y surgen en cambio comportamientos de desprecio, desagrado que van generando que ya la relación parezca más una cadena perpetua en una prisión de máxima seguridad, que lo que realmente debería ser, una relación que te aporte paz mental y felicidad.