Cuando una persona toma conciencia de lo importante y vital que es el acto sexual en una relación de pareja, suele suceder algo mágico, esa pareja se concentra tanto en el proceso de dar y recibir placer que simplemente la conexión que tienen se vuelve aún más fuerte, y créanme que llegados a ese punto esa conexión es tan sólida, que es difícil de romper, y principalmente porque el nivel de compenetración que desarrolla la pareja es simplemente indescriptible, pero, y ya sabemos que siempre un bendito, pero, para que eso suceda tiene que, primero existirán ambos, pero principalmente en la mujer un proceso de autoconocimiento y segundo haber un proceso de comunicación que funcione correctamente, sin grietas, donde podamos sentirnos cómodos(as) hablando de sexo con nuestra pareja, de lo que nos gusta y lo que no nos gusta, de lo que estamos abiertos a experimentar y lo que no haríamos bajo ninguna circunstancia, y allí es donde la mayoría de las parejas fallan, y es precisamente de lo que hablaremos el día de hoy.