Si llevas algún tiempo escuchando este podcast seguramente me has escuchado decir en más de una ocasión que el 95% de las peleas se puede evitar solo con el hecho de mantener una buena comunicación en la relación de pareja, y lo curioso de la situación es que no hace falta una extraordinaria comunicación, ni siquiera excelente, solo basta con que sea buena, simplemente buena, para que te quites de encima 95 de cada 100 discusiones con tu pareja, pero obviamente para eso hay que llegar a un nivel como seres humanos en que realmente seamos honestos, no solo con nuestra pareja, principalmente con nosotros mismos, y que podamos disminuir nuestro ego y nuestra casi compulsiva maña de preferir tener la razón a ser feliz, que no nos cueste en absoluto reconocer cuando nos hemos equivocado y que partiendo de ese reconocimiento inicie el proceso de poder resarcir el daño realizado, primero pidiendo disculpas y segundo empatizando con tu pareja en ese instante en el que tal vez no fuiste el mejor esposo o esposa, pero seamos honestos, la mayoría de las personas en lugar de ser alguien que reconoce su error y empatiza con su pareja, se comporta como alguien a quien solo le importa vencer, solo vencer, y el resultado, bueno en lugar de tener 5 discusiones de cada 100, resulta que tienen 95 de cada 100, con el pasar del tiempo, se genera mucho agotamiento físico y mental y es obvio imaginar que solo es cuestión de tiempo para que esa pareja empiece a sufrir las consecuencias, y todo por no entender ciertos aspectos elementales de la comunicación, uno de ellos es que, por más que quieras, tu pareja nunca podrá saber que es lo que quieres a menos que se lo digas, por eso quiero conversar con ustedes el día de hoy acerca de Si te lo tengo que pedir, ya no lo quiero.