En mi área laboral, ya sea en consulta, en charlas o en los grupos de crecimiento erótico, no he encontrado un solo hombre que de manera consciente y premeditada tenga relaciones sexuales con su pareja con la intención de que no disfrute la actividad sexual o que no le importe en absoluto si su pareja queda satisfecha o no, la verdad puede que exista algún hombre así, sin embargo yo no lo conozco, y esto tiene su razón de ser en el hecho de que al menos en parte, nuestra autoestima está vinculada a nuestra capacidad de dar placer a nuestra pareja, por lo cual más allá del mero hecho de la satisfacción sexual del hombre en sí, también hablamos de como se siente consigo mismo cuando logra satisfacer apropiadamente a su pareja o no, y cuando esto funciona correctamente puede ser una fuente inagotable de autoestima, confianza y amor propio, pero cuando no es así, es exactamente lo contrario, un hombre con poca autoestima y confianza en sí mismo, ahora bien, cuando el hombre detecta que está disminuyendo su rendimiento sexual por lo general busca pastillas, cremas, jarabes para intentar mejorar el rendimiento sexual, cuando lo que necesitan en la mayoría de los casos, es realizar ciertos ajustes en sus hábitos diarios, y es precisamente de lo que quiero conversar con ustedes el día de hoy.
