Dentro de todas las ideas erróneas que rodean la sexualidad humana, hay una que además errónea es muy perjudicial, es creer que el sexo es solo algo de cuando hay ganas, lo cual lleva a las personas a creer que quienes programan el sexo, son personas desquiciadas que no tienen ni idea de como funcionan las relaciones de pareja, y la verdad es completamente al contrario, porque ponte a pensar, si no planificas el sexo lo que va a suceder es que vas a esperar a tener ganas, en primer lugar los dos deben tener ganas el mismo día, y ya partiendo de allí que es bastante complicado, hay una serie de factores externos que influyen en el proceso de tener ganas o no, la química del cerebro, es estrés, que la relación esté funcionando bien, los problemas económicos, la situación país, las labores del hogar, y una cantidad de factores más que obviamente afectan el proceso, como resultado nos encontramos con dos personas que viven juntos, pero que no tienen ningún tipo de actividad sexual, en consecuencia el deseo va mermando hasta el punto en que una persona yo no piensa en sexo ni por error, ya en ese punto todo está absolutamente grave, pero tú puedes hacer algo al respecto, tú puedes impulsar ese deseo sexual desde incluir en tu vida personal y de pareja ciertos hábitos, y es precisamente de lo que hablaremos el día de hoy.