Sé boca para mis besos,
sé piel para mis caricias.
Sé carne para mis huesos
y leche tibia en mis labios.
Sé tarde en mis jornadas,
tierra fértil para mis manos.
Vientre para mis noches
y de mis sueños, andamio.
Sé luz para mis sombras,
abrazo para mi pasado.
Muslos en mi paso agitado
y la ventana de mi espacio.
Sé lo que nunca he tenido,
lo que he perdido y amando.
El viento que mueve mis años
y aire en mi pecho hinchado.