Hoy quiero hablarte de esas personas que irradian una energía especial, esas que llevan consigo un perfume irresistible de "Quiero, Puedo y Me lo Merezco". Sí, esas personas que simplemente emanan confianza, determinación y merecimiento en cada paso que dan.
¿Has conocido a alguien así? Es como si su esencia estuviera impregnada de una mezcla única de seguridad en sí mismos y una actitud de apertura hacia el aprendizaje constante. Sí, hablo de aquellos que reconocen que no lo saben todo, pero están dispuestos a escuchar y aprender de cada experiencia, y de cada persona que se cruza en su camino.
Su mirada... ¡Oh, su mirada! Es una mirada llena de certeza, de confianza en el futuro, de un "sí" rotundo a las oportunidades que la vida les presenta. Y su sonrisa, ¡qué decir de su sonrisa! Es una sonrisa que dice "gracias", no solo por lo que han recibido, sino por lo que están dispuestos a dar.
todos hemos sido de alguna forma esa persona, y a nuestro alrededor encontramos a seres humanos que tienen varias de estas cualidades, la vida te los puso cerca para que te contagies de esas cosas bellas y para que las trasmitas.
Así que la próxima vez que te encuentres con alguien con ese aroma a "Quiero, Puedo y Me lo Merezco", con ese sabor a "No lo Sé Todo, pero Escucho y Aprendo", con esa mirada de "Sí" y esa sonrisa de "Gracias", ¡aprovéchalo! Porque son esos encuentros los que nos recuerdan que el mundo está lleno de posibilidades y que cada experiencia es una oportunidad para crecer.
