Julio y Betty, los pastores de la casa, comparten su testimonio sobre cómo comenzó su relación con Dios. Recuerdan momentos llenos de risa, pero también de lágrimas, que los llevaron a descubrir la bondad de Dios. Cada una de esas experiencias hizo que todas las piezas de su vida personal tengan sentido y un valor unico hoy en día.