El «Monstruo» Naoya Inoue se quedó arrancándose trozos de TJ Doheny de los dientes tras salvajear a su presa en siete asaltos en el Ariake Arena de Koto-Ku, en Tokio. Posteriormente, el promotor Bob Arum confirmó que Inoue disputará su habitual pelea de fin de año en Japón antes de embarcarse en una cita en América para abrir su campaña de 2025.
Lo que se esperaba que fuera un combate desigual resultó serlo, ya que el púgil de 31 años recordó al deporte lo que ocurre cuando una superestrella en la cima de sus facultades se enfrenta a un guardián cuyos mejores días pertenecen al pasado. Sin embargo, no hay que culpar al irlandés Doheny. Aunque se marchó cojeando y lesionado, lo dio todo, llevando el combate a Inoue en ocasiones, pero sin llegar a tener ningún éxito real.
La carrera de Doheny, de 37 años, estaba experimentando una especie de renacimiento, evidenciado por un inteligente emparejamiento que le ha llevado a ganar cuatro de los cinco combates disputados desde su derrota en 2021 ante Michael Conlan y a situarse entre los diez primeros de la clasificación de los organismos sancionadores. Aun así, la elección del irlandés afincado en Australia como retador del rey indiscutible levantó muchas cejas; aunque fue cinturón del peso gallo, no estaba clasificado por la TBRB y su forma en los combates por el título continental no era precisamente digna de enfrentarse al hombre más peligroso del boxeo.
