Cuando aparezcas, debes saber que serás el mejor regalo que me podrá dar Dios y la vida. Te tomaré de la mano a cada momento, te miraré a los ojos constantemente y te diré lo especial que eres al darle color a mi vida. Sin duda ya estoy orgulloso de ti, de tus logros, tu trayectoria, estoy sorprendido de la maravillosa mujer en la que te conviertes con el paso del tiempo. Debes saber que desde ya admiro tu habilidad para lucir Hermosa todo el tiempo, de sonreír y ser amable con las personas a tu alrededor.