¿Sabes? Hay un concepto en marketing que a menudo pasamos por alto, pero que es tan simple como potente: los micro-compromisos. Si lo piensas, es algo que incluso nosotros usamos en el día a día. Dar ese primer paso, aunque sea pequeño, siempre es el inicio de algo más grande. El otro día, escuché una entrevista con los fundadores de Knoweats, una empresa que ofrece comida saludable por suscripción, y su historia me dejó maravillado. Tenían dos intenciones claras: La primera, conseguir más leads, más emails de personas interesadas en su propuesta. La segunda, lograr que más personas probaran su comida. Habían comprobado que cuando alguien probaba su producto, era casi seguro que se quedaría como suscriptor. Pero aquí venía el reto: ¿Cómo romper la barrera del "primer contacto"? Querían que más personas confiaran lo suficiente para dejar su email. Y también que aquellos que ya lo habían dejado dieran el siguiente paso y probaran la comida. Pero no encontraban cómo derribar esos obstáculos iniciales. Hasta que decidieron probar algo nuevo: La estrategia de micro-compromisos. La intención estaba clara, pero entonces… se enfocaron en simplificar. Si te suscribías a su newsletter, automáticamente te regalaban una prueba gratuita de su servicio. Así, mataban dos pájaros de un tiro: Primero, el "¿y por qué debería dejarte mi email?" desaparecía, porque ahora había una recompensa tangible. Segundo, ofrecían un empujoncito a los indecisos para probar el producto. Una propuesta tan irresistible que era difícil decir que no. El resultado fue espectacular. No solo aumentaron su lista de leads, sino que también aumentaron las suscripciones de clientes que, tras probar, se quedaban porque la experiencia era genuinamente buena. Simple, ¿verdad? Pero tremendamente efectivo. ¿Y qué nos enseña esto? Que muchas veces intentamos que las personas den un salto demasiado grande de entrada, cuando lo que realmente funciona es pedir algo pequeño. Un clic, un email, una acción que no suponga un gran esfuerzo pero que los acerque a nosotros. Una vez que alguien dice su primer "sí", el resto fluye con naturalidad. Empresas como Spotify lo hacen genial con sus pruebas gratuitas. Amazon simplifica procesos para que comprar sea tan fácil que ni lo piensas. Y Knoweats, con su estrategia, es otro ejemplo de cómo los micro-compromisos pueden ser ese empujón necesario para construir relaciones duraderas. Ahora, piensa en tu negocio.
¿Qué pequeño paso puedes pedirle a tus clientes para acercarlos un poco más a tu producto o servicio? Quizá una demo gratuita, un contenido de valor exclusivo, o un formulario de registro simple pero atractivo. Lo importante es eliminar barreras y abrir puertas. Porque, al final, los grandes logros siempre empiezan con un pequeño sí. Saludos de un weirdo.
