Un 24 de junio de 1824, se decretó el uso del Escudo Nacional.
El 24 de junio de 1824, el Congreso Constituyente decretó oficialmente el uso del Escudo Nacional con su forma republicana: el águila de perfil posada sobre un nopal, devorando una serpiente.
A diferencia de la versión imperial que se usó durante el efímero imperio de Iturbide (donde el águila aparecía coronada), esta nueva imagen representaba la soberanía popular y la ruptura con los regímenes monárquicos.