Ayer me preguntaron si alguien podía cambiar su actitud en el Temple. Lo miré fijamente y le dije: muchos van a los templos o iglesias en busca de Dios y del cambio en sus vidas, pocos lo logran. Y esto a qué se debe? Volvió a preguntar el interesado. Es obvio que su espíritu no procede de Dios y no está preparado, le respondí. En la Orden se mide la actitud y aptitud. No somos perfectos, pero tenemos el derecho a elegir. Para esto existe un proceso de selección que incluye charlas por las redes sociales y entrevistas presenciales. Luego vienen las investigaciones y los exámenes. Tenemos un plan de formación muy riguroso y cada tema tratado termina con un examen. El postulante debe cursar un año mínimo, antes de presentarse para su ascenso a Escudero. Luego este se formará por dos años y se establecen tres para cada sargento del temple, antes de ser nombrado caballero. Sin embargo, todavía no es caballero templario, aunque ya está más cerca de merecer la investidura. Han pasado 6 años y el caballero transita por el sendero que escogió para forjar su espíritu y convertirse en un verdadero templario. Los maestros y demás oficiales de la Orden lo siguen de cerca y comprueban su progreso en la formación. Si mantiene su paso y no se rinde puede llegar a ser un oficial y seguirá nuestro legado, formando a otros hermanos. La meta es el camino y nuestro destino es armar caballeros templarios con la mayor calidad. Las hermanas del Temple no lo tienen fácil tampoco. Aplica también para ellas el rigor y la formación. Una dama de honor en el Temple no es cualquier mujer. Existen mujeres que realizan labores diversas para la Orden templaria y son tratadas con respeto y admiración, pero no todas pueden ser damas de honor. Lo mismo que los caballeros, algunos dejan las filas del Temple, son expulsados o no pasan del grado de Sargento. No es afrenta ser un sargento del Temple, igual muchos no llegan a ser Escuderos y esto si es un problema. Se observa la falta de voluntad y de valor. Sucumben a la tentación y los vicios. No tienen suficiente interés por aprender y superarse, porque no han nacido para el Temple. El que viene convencido de lo contrario, hará lo que debe hacer. El que sabe cuál es y dónde está su destino, se alzará un día como un verdadero templario. Luego podrá mirar atrás y decir: no fue fácil, pero aquí estoy. Dios mediante y con su ayuda logré lo que me propuse, cuando decidí empezar este camino. Y es grato dirigirme a mis hermanos hoy desde la posición que me he ganado. Nadie me regaló grados o cargos. Nadie me vendió honores inmerecidos. Nadie me regaló un manto y una espada templaria y una bandera (beauseant) a cambio de otra cosa que no fuera lo que se esperaba de mí. Hoy puedo alzar mi voz y decirlo con orgullo sano: al fin soy un guerrero templario. Gracias padre celestial. Nnobis. Nnobis. Solo a ti la gloria. Infinitas bendiciones a todos aquellos que han escogido este camino para sus vidas y abrazan el Temple hasta la muerte física. Salud y prosperidad. Gracias Milord. Caminamos a tu lado Jesús. Amén.
760730 10545
M. Formación,
M. Provincia Camagüey,
M. Región Oriental,
M. Orden de Cristo,
Fundador de TempleCuba,
Orden Soberana de los caballeros templarios de nuestro señor Jesucristo.
Febrero 16, 2025
Año de nuestro señor Jesucristo
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