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Sobre la relación de los templarios con los musulmanes y el fanatismo con las reliquias cristianas... Mucho se habla y se ha escrito sobre estos temas, y es que, los hombres, cuando no tienen qué hacer o algo mejor que decir... La emprenden con aquello que menos conocen. Pues, bien, como los reyes venían a la cruzada con sus propios intereses y se marchaban o morían, los pobres compañeros de Cristo debían tener un plan b y hacer sus propias jugadas o su mayor esfuerzo para garantizar la paz o preservar los lugares santos. Esto es, pactar o hacer alianzas con los enemigos de la Fe cristiana. Curiosamente, los musulmanes tenían iguales propósitos y como vivían, en medio de sus propias guerras o rivalidades, estaban de acuerdo en mantener la paz con los cruzados. Esto fue así mientras duró la división entre ellos, hasta que Saladino logró unirlos y convencerlos de que la solución era expulsar a los cruzados de sus tierras. A fin de cuentas, sea o no la tierra donde nació y murió Jesucristo, eran los musulmanes quiénes la habitaban y no los franceses. Pero, dejemos ese asunto para los políticos. Los hermanos del temple tenían su propia estrategia y no dudaron en ponerla en marcha. Esto no significaba que fuesen traidores a la Fe de Cristo. Al contrario, por su Fe trataban de mantener la paz y evitar el derramamiento de sangre. Los textos hablan de su fiereza en batalla y su ferocidad no dejaba lugar a dudas acerca de la valentía de los templarios, sin embargo, no eran guerreros que mataban y saqueaban los pueblos como cualquier cruzado. Vamos al segundo tema, las reliquias. Se dice que la Orden vendió y realizó cambios con estas, porque por aquel entonces y también hoy existen muchas personas que se obsesionan con las cosas materiales, y siendo fanáticas, son capaces de vender a sus madres por un trozo del madero donde fue Jesús crucificado, por la punta de una lanza que quizás no es la que atravesó el costado de Jesús, por la esponja que sirvió de bebida mojada en vinagre para saciar su sed, por la sábana Santa o sudario que según algunos se encuentra en Turín, por la vasija o la copa donde supuestamente bebió Jesús durante la última cena y hasta se dice que José de Arimatea, María Magdalena u otra persona (según versión) recogió la sangre de Cristo en ella... A quién creer? Por qué venerar un objeto que nadie sabe si será el verdadero? Para qué guardar o comprar estas famosas y supuestas reliquias? Por una sola razón... Fanatismo religioso. Nuestro señor Jesucristo no está y digo que no vive o revive, en ninguna de estas. Las reliquias cristianas (ojo) solo sirven para crear más fanáticos y hacer negocios o actividades de compra y de venta, y esto mismo censuró Jesús en el templo de Jerusalén, cuando tomó una cuerda y azotando a los cambistas, los expulsó de este. No comercializaban reliquias, no en ese momento, pero ya saben lo que pensaría y cómo actuaría el hijo de Dios, si fuese testigo de las ventas de clavos que penetraron sus manos y sus pies o los trozos de madera que se cree pertenecían a la cruz. Falacias, manipulación y mentiras. Jesús no es un trozo de madera. Jesús no es un trozo de tela. Jesús no es una bandeja o una copa, que según se sabe, hay más de una por el mundo y los fanáticos creen tener la verdadera. Y al que le sirva el traje, que se lo ponga. Jesús, es verbo, no sustantivo. Jesús, es Dios vivo y no un objeto sin vida. Jesús, es agua viva y amor eterno. Es fiel compañero y guía. Y esto lo saben los templarios. Veritas Ante Omnia. Magna est Veritas. Ad Maiorem Dei Gloriam. Nnobis. Ordre du Temple MTHP Oficial TempleCuba. 52010065.