Muchos quieren ser templarios. Por qué? Tal vez le llama la atención el manto con la cruz de gules, sobre el corazón y hombro izquierdo. Quizás le atraen las pompas y los pendones o estandartes en las ceremonias. Y no. Esto solo no es el temple. Eso es la ínfima parte. La mayor... La más difícil es el estudio, los exámenes, los períodos a prueba, la humildad, la humanidad, la honestidad... En el medievo los templarios hacían tres votos y tenían una estricta regla de vida o código de conducta. Eso no ha cambiado. Hoy tenemos reglas y estatutos. Hoy hacemos votos, aunque los adaptamos a la modernidad. En el medievo los postulantes debían renunciar al mundo y despojarse de todo lo material, tierras, bienes, títulos, familia... Y todos entraban como iguales, como hermanos en Cristo, sin esperar nada, sin recibir sino lo que te mereces, sin pedir grados y cargos, títulos y diplomas... Eso no ha cambiado. Hoy no te pedimos que renuncies a tu familia, sino que hagas un tiempo, un espacio, unas horas al día, para el estudio y la meditación, la oración y el servicio a los demás... Porque nadie viene al temple a que lo sirvan, sino a servir. Somos imperfectos? Sí. Pero venimos a crecer en Cristo y tratar de ser cada día mejores. Somos humanos? Por supuesto, no somos dioses. Nos podemos equivocar en algo y luego debemos corregir el error y aceptar la responsabilidad por nuestros actos. Somos unos mortales? Así es. Todos vamos a morir y lo haremos en Cristo. Asimismo, debemos aceptar la muerte de nuestros seres queridos. Nadie amó y sufrió más, que aquel que lo hizo en silencio. Oh, Jesús. Tú que recibiste maltratos y ofensas. Tantas humillaciones y latigazos que laceraban tu carne, tu piel. Cargaste tu propia cruz o madero donde te iban a crucificar. Aquellos clavos que penetraban y rasgaban tus manos y tus pies. Aquella punta de acero en tu costado. El sabor amargo del vinagre cuando tuviste sed y pediste agua para beber. Tu vida ejemplar y tu amor por todos. Tu servicio y tu atención a las mujeres, a los niños, a los pobres, a los débiles y los enfermos. Cómo vamos a creernos mejores o mayores que tú? Cómo nos vamos a llamar Grandes Maestres y Grandes Oficiales mirando nuestra pequeñez y tu grandeza en este mundo? Quién puede hacer todo lo que vos hiciste? Quién puede ser templario en este siglo, dejando todo y renunciando al mundo como vos lo hiciste? Que me vengan a decir a mí, que son verdaderos cristianos y caballeros templarios. Que me vengan a decir que son verdaderos guerreros de la Luz. Prueba el espíritu a ver si procede de Dios... Y no me vengas con eso del Dios de Israel. Mi Dios es un Dios de Amor y de Verdad. No un Dios tirano y sanguinario. Somos el uno porciento, porque somos de Jesús. Aquel que llamaron mesías, nazareno, Rabí, rey de los judíos, salvador y redentor. Aquel que vino y habrá de venir... Pero, acaso no está entre nosotros? Yo sé quién eres. Y no me vengan con eso de Yo Soy el que Soy... Eso no me dice nada. Yo sé quién es Jesús. El verdadero camino, la verdad y la Vida, después de la muerte. Amén (Así será). Salve Dios padre celestial y creador. Salve Cristo. Por el temple y por nuestro señor Jesucristo. Nnobis. 1 del mes 1 de MMXXV. Ordre du Temple MTHP Oficial TempleCuba. 52010065. TempleCuba@gmail.com