En los tiempos bíblicos eran conocidos a los creyentes por su compasión y dedicación a cuidar a los más necesitados. Actualmente perdimos ese reconocimiento, ya que muchos perdieron el norte de que hacemos las cosas como que fueran para Dios, el amor fue cambiado por el beneficio, un intercambio de intereses, el amor y las buenas acciones se han apagado. Cristo es el claro ejemplo de amor benigno, cuando nadie daba algo por nosotros Él lo dio todo por nosotros. Cuando estábamos sucios por el pecado, lavó nuestras vestiduras, nos adoptó y nos hizo parte de su familia.