Los jardines colgantes que adornaron la capital del imperio babilónico constituyeron una de las siete maravillas del mundo antiguo. Hubo también jardines célebres en Egipto, Grecia y Roma, y existe en la tradición cristiana el Jardín del Edén. La palabra paraíso viene del latín paradisus, que significa, precisamente, jardín. Tal vez por esto nuestros anhelos de una buena vida están asociados con frecuencia a jardines, flores y plantas. Los jardines han sido desde siempre un ámbito para la reflexión, la investigación, el goce, la distracción y la sanación. Para conversar sobre las metáforas y los secretos de los jardines, contamos con la escritora Gabriela Peña-Valle y el botánico Franco Pupulin.