Desde la antigüedad, nos hemos lanzado a los mares, ríos y lagos para satisfacer diferentes necesidades relacionadas con la búsqueda de alimentos o la curiosidad de conocer aquello que está más allá. Políticos, poetas y estadistas echan mano de la metáfora de la navegación para desarrollar sus planteamientos. Así, el verbo navegar terminó designando casi cualquier acción que implique viajar en el espacio físico, político, imaginario o virtual. Los programas informáticos que utilizamos para visualizar páginas web se llaman, precisamente, navegadores. Justamente para conversar sobre navegar, sobre historias de navegación y su potente carga simbólica, contamos con la presencia del fotógrafo JP Monge y la geógrafa Adriana Baltodano.