Cuando todo parece desmoronarse llega algo poderoso a llenar nuestra vida, trayendo una transformación "El gozo del Señor", aquel que nos llena de fortaleza, más que una emoción es nuestra relación profunda con Dios, esa ancla que nos mantiene firmes cuando las olas parecen llevarnos. Pero los justos se alegrarán; se gozarán delante de Dios y saltarán de alegría. Salmos 68:3