El capítulo analiza el ascenso de las derechas reaccionarias en Latinoamérica, describiéndolas como un "hipercapitalismo de síntesis de tres sectores" (financiero, tecnológico y armamentístico) que controla los estados a través de medios democráticos y antidemocráticos. Se argumenta que estas élites utilizan estrategias como las "revoluciones de color," "fake news," y el "lawfare" para lograr sus objetivos de concentración de la riqueza y debilitamiento de las instituciones democráticas. El autor critica a las las fuerzas nacionales y populares para contrarrestar esta ofensiva, señalando la necesidad de una mayor autocrítica y una re-articulación del proyecto popular basado en la participación ciudadana y la recuperación de valores de solidaridad y justicia social, en oposición a la atomización individualista promovida por el hipercapitalismo. Finalmente, enfatiza la importancia de armar de nuevo la capacidad de acción colectiva del campo popular para enfrentar este nuevo tipo de nazi fascismo.
