La Secretaría General del Sínodo convocó entre el 28 de abril y el 2 de mayo a doscientos párrocos de todo el planeta para compartir unos días alrededor del tema de la sinodalidad. En una dinámica de escucha y diálogo compartido, estos presbíteros incidieron en la sinodalidad como el estilo conciliar del nuevo milenio que debe ser desarrollada en la parroquia con medidas concretas que no admiten aplazamiento alguno. Pero se necesita una profunda conversión individual y comunitaria que se apoye en la corresponsabilidad desde la vocación y la misión a la que cada persona está llamada.