Hace cincuenta años apareció "Los sacramentos de la vida", el libro con el que Leonardo Boff transformó la mirada teológica hacia lo cotidiano. En un tiempo marcado por tensiones políticas y eclesiales, el teólogo brasileño propuso descubrir la presencia de lo divino en los gestos ordinarios, en las manos que trabajan y en la esperanza de los pobres. Su pensamiento, lejos de encerrarse en debates doctrinales, asumió la libertad de quien busca a Dios entre los márgenes y denunció toda forma de opresión como negación del Evangelio. A lo largo de medio siglo, la Teología de la Liberación que ayudó a impulsar ha transitado del recelo institucional al reconocimiento global, extendiéndose en nuevas sendas como la ecoteología, la teología indígena o algunas teologías feministas sin perder su núcleo: la defensa de la dignidad humana y de la Tierra como casa común.