La posibilidad de una Navidad sin guerra en Ucrania se desvanece, al igual que en muchos otros conflictos abiertos en el mundo y que dejan tras de sí otro reguero más de muerte y desolación. La capacidad para renacer en medio de la tragedia y el desánimo, encontrando luz en medio de tanta oscuridad, es lo que permite identificar a cualquiera de las ciudades o aldeas convertidas en ruinas con Belén. Ese rincón perdido de Judea es también hoy cada barrio y localidad que acoge a esos refugiados a los que no les ha quedado más remedio que escapar de la persecución para sobrevivir.
