En estos días arranca en España la visita canónica encargada por el Papa a los seminarios llevada a cabo por dos obispos uruguayos. Se analizará la pertinencia y viabilidad de crear seminarios interdiocesanos como respuesta a la carestía vocacional que ha llevado a mantener estructuras insostenibles, no solo desde el punto de vista financiero, sino por la merma que supone en la calidad de la enseñanza y de la propia convivencia de los futuros sacerdotes. También importa en Roma la impronta de la preparación que están recibiendo los presbíteros del mañana y el correspondiente discernimiento. No con el ánimo de promover sacerdotes al estilo del Papa del momento, sino presbíteros que se identifiquen sin aditivos ni colorantes con Jesús, Buen Pastor.