Listen

Description

El miércoles veinticinco de enero, Algeciras vio cómo desaparecía la vida de Diego Valencia a manos de un joven armado con un machete. Este también dejó tras de sí varias personas heridas. En una hora, el joven de origen marroquí sembró el terror al grito de «Alá es grande». Se trata del primer atentado contra templos católicos en la España contemporánea. La clase política ha respondido relacionando migración con terrorismo, mientras que la ciudadanía de a pie lo ha hecho con una madurez ejemplar, donde todo un pueblo se ha vestido de luto y se ha desmarcado de cualquier forma de extremismo. El único antídoto para acabar con cualquier radicalismo y profanación en nombre de Dios pasa por redescubrir al otro como hermano y no como amenaza.