Día 256. Permanezcan en mi 📖
Jesús se presenta como la vid verdadera y nos recuerda que separados de Él nada podemos hacer. Permanecer en Cristo no es solo creer, sino vivir conectados a su amor y obediencia. Cuando lo hacemos, el Espíritu produce fruto en nosotros: paciencia, fe, gozo y paz. Nuestra vida florece no por esfuerzo propio, sino porque su vida fluye a través de nosotros.