Día 325. El llanto no es el final 📖
El Salmo 137 nos muestra a un pueblo herido que llora en tierra extraña, preguntándose cómo adorar en medio del dolor. Este devocional nos recuerda que Dios no ignora las lágrimas: el llanto es una etapa, no el destino. Aunque el silencio de Dios parezca largo, Él sigue obrando. Después del proceso viene la restauración, y el canto que nace tras la prueba tiene mayor peso espiritual. Dios cumple Sus promesas y devuelve identidad, gozo y propósito a quienes esperan en Él.