En medio del horror de la Segunda Guerra Mundial, un grupo de futbolistas del FC Start se enfrentó a los soldados de la Alemania nazi. Sabían que si ganaban, morirían. Y aun así, decidieron no rendirse.
Su partido no fue solo un juego: fue un acto de fe, de dignidad y de resistencia.
Como Esteban, el primer mártir cristiano, prefirieron perder la vida antes que renunciar a la verdad.
Porque hay derrotas que terminan siendo victorias eternas. ⚽🔥