Tras un desastroso tour por Norteamérica a inicios de los 90, Blur regresó a Inglaterra con una idea clara: No todas las bandas de rock deben sonar estadounidenses. La banda elaboró una propuesta elegante y desenfadada que dio paso a la época dorada del Brit Pop, abriendo camino a otros y creando parte de la música más relevante de las últimas décadas.
