La fábrica de los prejuicios.
Los colombianos, latinoamericanos, y gran parte del mundo, somos expertos en prejuiciar. Prejuiciamos a mamá, a la vecina, al matrimonio, al emprendedor, al político... Lo hacemos sin tener datos evidenciados y desmenuzados. Sin saber realmente qué pasa al otro lado de la cerca. Es aquí donde nacen los bochinches de calle, de barrio, de ciudad y hasta de país. Nuestra mente queda contaminada, y empezamos a actuar bajo esos sesgos que tanto daño nos hacen. la articulación se evidencia en redes, con las campañas electorales municipales, departamentales y nacionales, las cuales son muy importantes para una nación.
El sociólogo C. Wright Mills, ya en 1956, expresó cómo esta lógica se aplicaba perfectamente en el Gigante del Norte (Estados Unidos). Y su análisis es clave para nosotros: la difusión de estos prejuicios y el control mediático permite la individualidad forzada, la NO colectividad y la desconfianza mutua. Y es más profundo aún. Los medios de comunicación, que son la voz de la élite, hacen cuatro cosas fundamentales con el hombre de la masa:
- Nos prestan una identidad, nos dicen quiénes somos.
- Nos dan las aspiraciones, nos dictan qué queremos ser.
- Nos ofrecen una técnica, la fórmula de cómo lograrlo.
- Y lo más peligroso: nos dan el escape para sentir que todo está bien, incluso cuando no lo está.
Este es un
cóctel explosivo que resulta de los abismos creados por los medios: la distancia entre lo que realmente somos y lo que aspiramos a ser nos empuja a la
técnica o a la
evasión. Esta fórmula psicológica, orquestada por la élite, es el verdadero motor de este
deforme social que se gestó después de la
Revolución Industrial y el gran cambio político que trajo.
La
emigración masiva de personas hacia la ciudad, lejos del campo,
desconfiguró los principios a generaciones enteras. Llegaban y llegan a las metrópolis, a las grandes fábricas, donde la historia, los códigos y los comportamientos eran y son radicalmente
diferentes a los que se traen de provincia.
En este desarraigo social, las élites encontraron el vacío perfecto: un público anónimo, desconfiado y sin lazos fuertes, listo para ser dirigido por los prejuicios y la televisión.
Visto este exilio histórico y cómo se aplica la fórmula de Mills, en la actualidad es más complejo cómo la élite usa la
era digital para seguir desdibujando nuestra colectividad con los algoritmos y la polarización.
📚 El Rincón del Martes # 86
🎙️ Pía Francisco Javier Álvarez Pulgarín
📍 Universidad del Valle, Cali – Colombia
📆 noviembre 18 de 2025
#LaFabricaDeLosPrejuicios #PodcastElRinconDelMartes #ControlSocial #CulturaPolitica #Mills1956 #piafranciscojavieralvarez #universidaddelvalle