La noche del once de noviembre de mil novecientos setenta y nueve, la ufología española vivió un hito con el incidente de Manises. Un vuelo comercial de la compañía TAE, que se dirigía a Las Palmas, se vio obligado a realizar un aterrizaje de emergencia en Valencia tras ser perseguido por unas inexplicables luces rojas. La persistencia del fenómeno provocó la intervención de un caza Mirage F-uno del Ejército del Aire. A pesar de la persecución, el piloto no pudo identificar los objetos, que demostraron una tecnología superior. El caso es célebre por la calidad de sus testigos y por su informe oficial, que admitió la inexplicabilidad del suceso.
