Un vívido y literario recorrido por la vida de San Agustín, trascendiendo la biografía tradicional para convertirse en un relato novelado. La narración nos sumerge en su tormentosa juventud en Cartago, su brillante carrera como retórico y su angustiosa búsqueda de la verdad a través del maniqueísmo y la filosofía. El texto explora con gran sensibilidad su profunda transformación interior, marcada por la influencia de su madre Mónica y su célebre conversión en Milán. Es un retrato íntimo y poderoso de un alma en lucha, que culmina en su labor como obispo de Hipona.