S. Mateo 24:1-28
[1]Cuando Jesús salió del templo y se iba, se acercaron sus discípulos para mostrarle los edificios del templo.
[2]Respondiendo él, les dijo: ¿Veis todo esto? De cierto os digo, que no quedará aquí piedra sobre piedra, que no sea derribada.
[3]Y estando él sentado en el monte de los Olivos, los discípulos se le acercaron aparte, diciendo: Dinos, ¿cuándo serán estas cosas, y qué señal habrá de tu venida, y del fin del siglo?
[4]Respondiendo Jesús, les dijo: Mirad que nadie os engañe.
[5]Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y a muchos engañarán.
[6]Y oiréis de guerras y rumores de guerras; mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca; pero aún no es el fin.
[7]Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares.
[8]Y todo esto será principio de dolores.
[9]Entonces os entregarán a tribulación, y os matarán, y seréis aborrecidos de todas las gentes por causa de mi nombre.
[10]Muchos tropezarán entonces, y se entregarán unos a otros, y unos a otros se aborrecerán.
[11]Y muchos falsos profetas se levantarán, y engañarán a muchos;
[12]y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará.
[13]Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo.
[14]Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.
[15]Por tanto, cuando veáis en el lugar santo la abominación desoladora de que habló el profeta Daniel (el que lee, entienda),
[16]entonces los que estén en Judea, huyan a los montes.
[17]El que esté en la azotea, no descienda para tomar algo de su casa;
[18]y el que esté en el campo, no vuelva atrás para tomar su capa.
[19]Mas ¡ay de las que estén encintas, y de las que críen en aquellos días!
[20]Orad, pues, que vuestra huida no sea en invierno ni en día de reposo;
[21]porque habrá entonces gran tribulación, cual no la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá.
[22]Y si aquellos días no fuesen acortados, nadie sería salvo; mas por causa de los escogidos, aquellos días serán acortados.
[23]Entonces, si alguno os dijere: Mirad, aquí está el Cristo, o mirad, allí está, no lo creáis.
[24]Porque se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuere posible, aun a los escogidos.
[25]Ya os lo he dicho antes.
[26]Así que, si os dijeren: Mirad, está en el desierto, no salgáis; o mirad, está en los aposentos, no lo creáis.
[27]Porque como el relámpago que sale del oriente y se muestra hasta el occidente, así será también la venida del Hijo del Hombre.
[28]Porque dondequiera que estuviere el cuerpo muerto, allí se juntarán las águilas.