Dios y Yo S. Mateo 25:40 Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis. A Jehová presta el que da al pobre, y el bien que ha hecho, se lo volverá a pagar. Así nos narra un verso de uno de los Proverbios. ¿Se imagina usted lo que realmente esto significa? Cuando nosotros mostramos bondad para con el necesitado, es como si a Dios se lo estuviéramos haciendo. Esto debe motivarnos o provocarnos a hacer el bien, porque cuando apoyamos al necesitado, es como si a Dios mismo ayudáramos. El pasaje de hoy vuelve a recordarnos la actitud que debemos tener ante la necesidad. El texto nos habla precisamente del juicio a las naciones, según su forma de tratar al necesitado. Y destaca la razón por la cual algunos están siendo premiados: porque cuando ayudaron a uno de estos que necesitaba, el Señor dice: "A mí lo hicisteis". Se refiere a la transferencia que ocurre cuando hacemos el bien; no es sólo a ellos, es como si lo hiciéramos directamente a Dios. Estimado lector, ¿lo escucha? No sé cuánto ha mostrado usted su bondad para con los necesitados, pero recuerde que esto no será en vano si lo hace de corazón. Si lo hace sin esperar nada a cambio, la recompensa vendrá de parte de Dios. Porque cuando lo hicimos a uno de esos pequeños, es como si a Dios se lo hiciéramos. No perdamos la oportunidad de apoyar al necesitado, porque de Dios vendrá la recompensa. Estimado lector o escucha, por muy difícil que sea la situación, no olvidemos usar bondad con los demás, porque sin darnos cuenta estaremos acumulando elogios y premios de parte de Dios. Porque cuando apoyamos al necesitado, sin darnos cuenta obtenemos el beneficio de parte de Dios. Su palabra hoy nos dice: "Cuando lo hicisteis a uno de estos pequeños, a mí lo hicisteis". Que Dios les bendiga, amados hermanos. Pastores Marroquín