Dios y Yo Gálatas 5:25 Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu. Si el Espíritu Santo guía nuestras vidas, seguro nuestro vivir será agradable a Dios siempre. Qué maravilloso es poder vivir guiados por el Espíritu Santo de Dios. Cuando nosotros nos dejamos guiar por el Espíritu Santo, es cuando realmente mostramos el sometimiento a Dios. No olvidemos que el pasaje de hoy nos habla con dos comportamientos que son los que podemos dar a conocer: vivir por el Espíritu y andar por el Espíritu. Cuando hablamos de vivir por el Espíritu, nos referimos a una relación con Dios que debemos tener continuamente. Pero cuando hablamos de andar en el Espíritu, ya es una relación con los demás en nuestro diario caminar. No solamente en nuestra intimidad estar en el Espíritu, sino también en nuestra cotidianidad, debe reflejarse que somos gobernados por el Espíritu. Es importante que podamos separarlo, porque muchas veces decimos ser guiados por el Espíritu Santo, pero no lo demostramos. Esa es la diferencia entre vivir y andar en el Espíritu Santo. La gente tiene que darse cuenta de que realmente somos gobernados por el Espíritu Santo. Si esto no ocurre, entonces no estamos agradando a Dios con nuestra vida. Es importante, estimado lector o escucha, que podamos demostrar que realmente somos cristianos, no solo decir que lo somos. Por ello, cuando sugerimos aquí al inicio de este devocional que nos dejemos gobernar, que nos dejemos guiar por el Espíritu Santo de Dios, es precisamente lo que queremos decir: que no solo digamos, sino que demostremos delante de Dios y de los demás que somos gobernados por el Espíritu Santo. Así que, de hoy en adelante, nuestra vida pueda reflejar lo que nuestros labios dicen. Porque como la palabra Santa nos diría en uno de sus pasajes, "de la abundancia del corazón, habla la boca". De esa manera, reflejaremos quién está gobernando nuestro corazón, si es el Espíritu Santo o nuestro propio espíritu. No olvidemos que si decimos tener a Cristo en nuestro corazón, quien debe gobernar nuestra vida es el Espíritu Santo. Que Dios les bendiga, amados hermanos. Pastores Marroquín