Dios y Yo S. Juan 16:33 Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo. Mencionar a Jesús es mencionar victoria, porque Jesús ha vencido al mundo, ha vencido la muerte, Jesús ha resucitado. El texto que hoy queremos compartir con usted está ligado precisamente a esa victoria que Jesús ha obtenido en la tumba. La cruz del calvario no pudo con Él, la tumba no pudo detenerlo, y Jesús al tercer día resucitó. Esa misma victoria tenemos nosotros ahora, que hemos creído en Jesucristo como nuestro Salvador. Él ha vencido al mundo, ha vencido a la muerte, y por lo tanto, nosotros también somos vencedores en Cristo Jesús. No olvidemos que las aflicciones serán el pan diario de nuestro vivir. Si usted no ha sufrido alguna aflicción, déjeme decirle que tarde o temprano tendrá que enfrentarlas. Pero no olvide, si su fe está puesta en Cristo Jesús, que es el victorioso, con Él somos más que vencedores. Jesús ha vencido al mundo, por lo tanto, nosotros hemos obtenido la victoria también. Jesús, nuestro capitán, ya es victorioso. Ahora usted y yo, lo que tenemos que hacer es entregarle nuestra vida a Jesucristo, al Rey de reyes, al Señor de Señores. Porque Él venció en la cruz y en la tumba, nosotros también somos victoriosos. La Palabra de Dios nos dice ahora que no tengamos temor, porque en el mundo vamos a tener aflicciones. Pero esas aflicciones, Jesús también las vivió, y salió victorioso. Ahora Él nos dice que no debemos tener temor, porque Jesús ha vencido al mundo. Jesús es victorioso, por lo tanto, nosotros debemos estar conscientes de que la victoria de Jesús también nos alcanza a nosotros. Jesús, nuestro Salvador, al tercer día que fue sepultado en la tumba fría, resucitó. Y todo esto también nos incluye a nosotros. Si Jesús ha vencido, nosotros también venceremos en Él. Jesús victorioso es nuestro capitán. Que Dios les bendiga, amados hermanos. Pastores Marroquín