Dios y Yo Éxodo 33:14 Y él dijo: Mi presencia irá contigo, y te daré descanso. No hay nada más maravilloso en la vida que saber que la presencia de Dios está con nosotros y en nosotros. Esto produce paz y descanso. Cuando Moisés le pidió a Dios que se mostrara delante de él —porque la tarea que tenía por delante precisaba de plena confianza en Dios, quien lo estaba enviando— Dios le respondió: "Mi presencia irá contigo y te daré descanso." Esto dio lugar a la famosa declaración de Moisés hacia Dios: "Si tu presencia no va con nosotros, no nos saques de este lugar." Qué importante es que formulemos siempre esta declaración en nuestra vida diaria: si la presencia de Dios no va con nosotros, no deberíamos movernos de ningún lugar. Porque la presencia de Dios produce paz en nuestros corazones. Estimado lector o escucha, hablar de la presencia de Dios en nuestras vidas no es simplemente decir y creer que Dios existe. Decir que la presencia de Dios va con nosotros es aceptar sus mandatos, es someternos a su voluntad, y eso produce paz en nuestros corazones; produce descanso en nuestras vidas. No sé cuántas veces usted ha sentido zozobra, incomodidad o ansiedad. Déjeme decirle que todo eso lo provoca la falta de la presencia de Dios en nuestros corazones. Porque cuando Dios habita en nuestros corazones, hallamos el verdadero descanso. El gran líder Moisés comprendió esto cuando tenía por delante la gran tarea de guiar al pueblo de Israel a la tierra prometida. Sabía que sin la presencia de Dios era imposible hacerlo. Nosotros vamos camino a la eternidad, y no podemos prescindir de la presencia de Dios en nuestras vidas. Si Dios no va con nosotros, seguro nuestra vida será un fracaso. Pero si la presencia de Dios va con nosotros, nos producirá descanso en esta vida y en la eternidad. Procuremos con diligencia asegurar que la presencia de Dios esté en nosotros y con nosotros. Porque si esto es así, la Palabra nos dice que en nuestro corazón habrá descanso, y podremos disfrutar todos los días de nuestra vida de la presencia de Dios en nuestros corazones. Aseguremos que nuestra vida esté guiada por la presencia de Dios, y que nada en esta tierra nos haga separarnos de ella. Que nada hagamos sin asegurarnos de que la presencia de Dios esté en nosotros. Porque la presencia de Dios produce descanso. Que Dios les bendiga, amados hermanos. Pastores Marroquín
