8 DE JUNIO
Proverbios 21:26
Hay quien todo el día codicia; Pero el justo da, y no detiene su mano.
Honrado a Dios con nuestros hechos.
Si somos sinceros, hemos de reconocer que a todos nos gusta mejorar. ¿Quién no quiere una vivienda más bonita o mejor emplazada? ¿O quizás un electrodoméstico que necesita?
¿O un trabajo, en el que cobre más o tenga una mejor posición?
Como personas, es natural querer mejorar, pero lo que no es correcto, es hacerlo por encima de todo.
¿Cuales son mis verdaderos deseos y motivaciones?
¿Estoy poniendo delante mis deseos antes de ayudar y bendecir a otros?
Tal y como dice el texto, podemos detener nuestra mano no ayudando a los demás, y además es algo que hacemos conscientemente, por lo que de la misma manera, debemos decidir ayudar conscientemente y hacerlo requiere esfuerzo.
¿Estamos dispuestos a ayudar a los demás y cumplir la voluntad de Dios?
Mateo 25:42-45 habla de cómo al ayudar a alguien, o dejar de hacerlo y es como si lo hiciéramos para el Señor: "Porque tuve hambre, y no me disteis de comer; tuve sed, y no me disteis de beber; fui forastero, y no me recogisteis; estuve desnudo, y no me cubristeis; enfermo, y en la cárcel, y no me visitasteis. Entonces también ellos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, sediento, forastero, desnudo, enfermo, o en la cárcel, y no te servimos? Entonces les responderá diciendo: De cierto os digo que en cuanto no lo hicisteis a uno de estos más pequeños, tampoco a mí lo hicisteis"
Proponte hoy ayudar a los demás tal y como lo haría Jesucristo, o si lo prefieres, tal como si lo harías para Él.
¿Lo harás?
Oración: Ven delante de Dios y ponte en sus manos. Pídele dejar a un lado tú egoísmo y que Él te dé la fuerza para ayudar activamente a los demás. Dios te bendiga. ¡Que tengas un muy buen día! Amén. DTA