6 DE AGOSTO
Mateo 11:28
Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.
El verdadero descanso.
Muchas personas creen, que con una gran cantidad de dinero se acabarían todos sus problemas. Si bien esto es cierto en algunos casos, la realidad es, que el dinero les generaría otros problemas posiblemente mayores.
El verdadero descanso no está en una situación económica holgada, ni el poder dormir bien, ni siquiera el vivir en la mejor zona de la ciudad.
El verdadero descanso es el de nuestra alma y éste solo lo puede dar Dios.
A veces tenemos cansancio físico, pero también está la carga emocional, las
preocupaciones, el peso de decisiones difíciles, el dolor de la pérdida e incluso la frustración.
Hoy Jesucristo nos hace un llamado “Venid a mí y yo os haré descansar".
Posiblemente Dios no quite el problema, pero nos dará su ayuda y apoyo para poder superarlo. El verdadero descanso está en confiar en Dios y dejarnos ayudar por Él.
No importa cuán larga sea tu lista de errores, cuán agotadora sea tu semana, o cuán agotada esté tu esperanza: Él quiere darte descanso y paz en medio de la tormenta.
Jesús nos invita a soltar lo que nos pesa, a dejar de fingir fortaleza, a venir a sus pies y descansar en su fidelidad.
¿Lo harás, o seguirás luchando con tus propias fuerzas?
Isaías 40:28-29 dice: "¿No has sabido, no has oído que el Dios eterno es Jehová, el cual creó los confines de la tierra? No desfallece, ni se fatiga con cansancio, y su entendimiento no hay quien lo alcance. Él da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas"
Dios es tu fortaleza, no lo olvides nunca, ya que Él es tu Paz y te ama con inmenso Amor. En Isaías 26:3 tenemos otra afirmación importante:"Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado"
¡Que así sea en tu vida!
Dios te bendiga.
Oración: Ven delante de Dios y dale gracias por cuidar de ti. Pídele que te ayude a venir a Jesús con un corazón rendido y a descansar en Él. ¡Deja tus cargas a sus pies! Que Dios te bendiga grandemente. ¡Que tengas un buen día! Amén. DTA